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A menudo las consultas infanto-juveniles se inician cuando algo en la escuela no marcha bien. El alumno disminuye su rendimiento, no atiende en clase, manifiesta que se aburre, le cuesta seguir las normas establecidas en el centro escolar, está angustiado porque no sigue el ritmo, no se relaciona con sus compañeros o educadores o lo hace de forma inadecuada, entre otros casos.

 

El niño/a debe asimilar dos ámbitos educativos: la familia y la escuela, y ello puede crearle problemas de adaptación, de autonomía y de socialización que requieren de orientaciones psicológicas y pedagógicas que ayuden a equilibrar su desarrollo cognitivo y emocional.

 

La escuela es uno de los primeros espejos en los que el niño/a se mide. Es frecuente que sea la escuela la que ofrezca una nueva mirada del niño/a a las/os madres/padres, y esta opinión ayuda a muchas familias a mejorar y prevenir funcionamientos futuros poco saludables.

En Borràs Psicología ofrecemos una respuesta profesional a este tipo de problemáticas, acercándonos al mundo emocional y cognitivo del niño/niña y contando con instrumentos eficaces para realizar una exhaustiva evaluación cognitiva y emocional para poder determinar las fortalezas y debilidades y a partir de ahí, trabajar para aliviar su malestar y/o optimizar sus resultados.

 

Contamos con un servicio de asesoramiento y acompañamiento a las familias que tienen hijos/as con dificultades de aprendizaje.

 

Realizamos una exploración psicopedagógica para detectar cuales son las necesidades o dificultades que tiene el/la niña/o tiene en la escuela y elaboramos un plan de trabajo a medida.

 

Las pruebas diagnósticas nos dan la información sobre posibles trastornos del aprendizaje como la dislexia, el TDAH, la discalculia, etc. O bien un retraso en los aprendizajes que dificulta el buen funcionamiento en el centro escolar.

 

A partir de esa primera detección el objetivo es ayudar al niño/a a obtener las competencias básicas en los aprendizajes mediante una reeducación psicopedagógica teniendo en cuenta el estado emocional y en constante coordinación con la escuela y la familia.

La reeducación psicopedagógica no debe confundirse con clases de refuerzo. Aunque ayudan al alumno/a a mejorar su rendimiento escolar actual, el objetivo final es dotarle de estrategias para mejorar su conducta frente a las tareas escolares, aumentando así su autoestima, seguridad y motivación.

 

¿Cuando consultar?

 

  • Tiene dificultades en todas o casi todas les áreas.
  • No es capaz de explicar lo que ha pasado de una manera ordenada.
  • Es poco reflexivo y actúa sin valorar las consecuencias.
  • A menudo parece que no escucha.
  • Le cuesta mantenerse un tiempo en una misma actividad y deja las cosas a medias.
  • Sus resultados no se corresponden con el esfuerzo que hace o con su capacidad.
  • Tiene dificultades con la lectura y escritura.